En un sistema de competición en el que solo participaban los campeones de cada país, se jugaban dos eliminatorias previas para que los ocho equipos clasificados integraran una liguilla de dos grupos en cuartos de final. A día de hoy estamos acostumbrados a ver perfiles internacionales en campañas de marcas nacionales, pero en aquel momento fue una apuesta fuerte por destacar e ir un paso adelante. El Barcelona, con un juego sólido e imponente, quedó primero de su grupo y se encontró con el Porto en semifinales, pasando por encima de los portugueses con dos goles de Stoichkov y uno de Koeman.