Al comienzo de la campaña 1957-58, Badía se marchó y una gestora se encargó del control hasta la llegada de Lorenzo Machado Méndez. La dupla goleadora conformada por Pedrero y Arribas hizo cuarenta dianas, que ayudaron a conseguir la permanencia en una liga ampliada a veinte equipos. En el curso 1958-59 quedaron cuartos en una categoría modificada de nuevo, ahora con dieciséis conjuntos y la inclusión de una promoción de ascenso para el segundo clasificado.