Si antes las mujeres debían jugar a escondidas de sus padres porque “el fútbol es un deporte de hombres”, y hoy vemos a esos mismos padres alentando a sus hijas en la tribuna de alguna cancha. Además, este año se impulsó el desarrollo del fútbol femenino juvenil, demostrando un compromiso continuo con el crecimiento y la consolidación de esta disciplina.