Tal hecho me llamó sumamente la atención y decidí continuar mi observación. Y estudiosos. Individuos que sacrifican su bienestar personal para estudiar botánica y sus derivados, aceptando ir con el traje hecho pedazos antes de perder tan preciosos conocimientos. En cambio, esos individuos que podrían tomarse por solemnes vagos, y que puede ser que lo sean, a la sombra de los árboles empollaban su haraganería y florecían en meditaciones de manera envidiable. Y el éxtasis que tal lectura parecía producirles, debía ser infinito, ya que los dos individuos, completamente quietos como otros tantos Budas a la sombra del árbol de la sabiduría, no movían el rastrillo ni por broma. ¿Se dan cuenta ustedes ahora de la influencia del botánico latín so¬bre los espíritus superiores? La gente que frecuenta el Jardín Botánico está gorda por la influencia del latín. Estos hombres en vez de rastrillar la tierra, como era su deber, permanecían de brazos cruzados en honor a la cien¬cia, a la naturaleza y al latín. Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.He leído y aceptado la política de privacidad.
Si este hombre no fuera honrado, no le importaría que le cortejaran a su propia esposa. Y la prueba de que nuestro hombre es honrado, es que sufre en cuanto empiezan a mirarle a la cónyuge. Tiene el mínimo diseño de marca para que puedas combinarla con tu camiseta o chaleco H-D favorito. Esta camiseta Staple Henley en edición limitada es ideal para aquellos que piensan que menos en más. Y he pensado en el hombre del umbral; he pensado en la dul¬zura de estar sentado en mangas de camiseta en el mármol de una puerta. Lingue, y del que ha tomado el suyo la aldeilla y aún el río en esta parte. Por la parte S. se levantan próximas unas suaves alturas ó lomas; lo que hizo á Sarmiento de Gamboa, que lo observó el 23 de febrero de 1580, darle el nombre de ensenada de Lomas. El portero -los porteros están bien saciados-, los subjardineros ya han adquirido ese aspecto de satisfacción íntima que producen las canonjías municipa¬les, y hasta los gatos que viven en las alturas de los pinos impresionan favorablemente por su inesperado grosor y lustroso pelaje. Examinando la gente que pulula por el Jardín Botánico, uno termi¬na por plantearse este problema: ¿Por qué las ciencias naturales poseen tanta aceptación entre sujetos que tienen catadura de vagos?
Al ruido que este hombre causó al entrar, la costurera volvió vivamente la cabeza y como movida por un resorte se puso de pié, lanzando sobre el desconocido una mirada fulminante. El nombre es de lican y them, que significa hombre como licán ó fuerte como cuarzo. Más aún, se dedicaría como el célebre señor Bergeret, a soportar estoicamente su desgracia. Señor ? contestó un negro que atravesó de la acera de en frente. El cree que cuando le miro a la mujer estoy pensando en ella, y está equivocado. Al mismo tiempo quiere a su mujer. En él todavía late el Cid, don Juan, Calderón de la Barca y toda la honra de la raza, mezclada a la terribilísima avaricia de la gente del terruño. ¿Par qué la gente bien vestida no se dedica, con tanto frenesí, a un estudio semejante, saludable para el cuerpo y para el espíritu? También ama su frente limpia de todo adorno, y también ama su comercio, la economía bien organizada, la boleta de depósito en el ban¬co, la libreta de cheques.
No he visto a un bebedor de sol que no tenga la piel lustrosa, y un cuerpazo bien nutrido y mejor descansado. Son señores de cuello palomita, voz grue¬sa, que esgrimen la gramática como un bastón, y su erudición como un escudo contra las bellezas que adornan la tierra. Sí; y es escuchar las opiniones de un farmacéutico acer¬ca de un médico. Ella me ha jurado anegada en las lágrimas de la felicidad, un amor verdadero y eterno. El ama a su mujer; pero su amor no es incom¬patible con los ochenta pesos. Son ochenta pesos mensuales. ¿Renunciar a los ochenta pesos, o resignarse a una posible desilusión conyugal? NO. Contiene una plaza con una bella fuente en el centro y en su costado sudoeste una regular iglesia, y cuenta con edificios de un cuartel militar, de cárcel, de dos escuelas gratuitas, oficinas de correo, telégrafo, hoteles, &c., y una población de 3,900 habitantes. Ocupa una planicie de poco más de un kilómetro cuadrado, y su asiento se halla dividido por cinco calles de E. á O., cortadas en ángulos rectos por otras once de N. á S., con una plaza sexagonal en el centro.
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